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Castillo de Castrotorafe

El castillo de Castrotorafe es una fortificación militar. Ubicado en el término de San Cebrián de Castro, junto al río Esla, embalse de Ricobayo. El castillo fue en los siglos XII, XIV y XV, constituido por dos recintos en forma de trapecio irregular. Se conserva el lienzo sur, con tres torres, y el inicio del lienzo este con la puerta principal. La torre del ángulo posiblemente era la torre del homenaje.

La villa de Castrotorafe se levantó sobre una pequeña meseta al borde del río Esla con el fin de reforzar el estratégico paso sobre el río. En 1129 se fundó por orden regia sobre un poblado anterior. Cincuenta años después se concedió al Maestrazgo de Santiago para que estableciera en ella si vivienda principal, y en manos de esta Orden Militar estuvo hasta 1493. Su alfoz comprendia los pueblos de Fontanillas, San Cebrián, San Pelayo, Piedrahita, Villalba de la Lampreana, Olmillos y Perilla. La importancia de la villa residía en su posición estratégica entre León, Castilla, Galicia y Portugal. Este hecho hizo de Castrotorafe uno de los escenarios de las contiendas sucesorias y civiles entre los siglos XII y XV.

Prácticamente en ruinas, el conjunto de Castrotorafe cuenta con la cerca, la fortaleza, el despoblado y las ruinas de la iglesia y el puente sobre el Esla. La cerca, realizada con mampostería y mortero, se extiende de forma irregular por un perímetro superior a un kilómetro. Su pobre fábrica fue objeto de reconstrucciones diversas, siendo la última la ordenada en 1410. A finales del siglo XV su estado era ruinoso aunque se conservaba íntegra la fortaleza. El castillo, levantado sobre el escarpe del río, está compuesto por dos recintos de planta trapezoidal reforzados con cuatro cubos, foso y fábrica de sillares. Se reparó y amplió a principios del XVI por los comendadores de entonces, los conde de Benavente. Sin embargo, estas obras se paralizaron hacia 1538 debido a la dejación de los titulares y a las multas impuestas por la Corona. El deterioro del conjunto se agravó durante el siglo XVI y quedó sentenciado con la caída del puente. Los peritajes realizados en los siglos XVII y XVIII a instancias de la Corona, revelan el lamentable estado del conjunto fruto de la dejación de los comendadores. A principios del XIX el alcaide de la fortaleza residía ya en Cebrián de Castro. La iglesia, dedicada a Nuestra Señora del Revengo, es hoy una ruina. De una sola nave y pobre factura, fue saqueada por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Los retablos e imágenes supervivientes se encuentran en San Cebrián y Fontanillas. El puente se construyó en el Siglo XII con doce arcos. La importancia del mismo radicó en los beneficios que producía su paso, rentas que permitieron la ampliación de la catedral de Zamora a principios del siglo XIII. Su derrumbe es considerado uno de los principales factores del despoblamiento de la villa.

Castrotorafe fue declarado Monumento Nacional en 1931.

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