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El canto del Miserere

El canto del Miserere ante el Yacente

Esencia de la Semana Santa de Zamora

El canto del Miserere ante el Jesús Yacente en la plaza de Viriato iluminada por las teas de más de mil cofrades, es uno de los momentos que representa la esencia de recogimiento, austeridad y estética medieval de la Semana Santa de Zamora.


Doscientas voces rompen el silencio de la noche al entonar el canto gregoriano con letra latina del "Miserere mei Deus...", que pone el colofón al desfile de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente en la ciudad del Duero.


Plaza de Viriato

Esta cofradía se ha convertido en uno de los referentes de la Semana de Pasión de la ciudad, tanto por su cuidada estética como por su iconografía sonora.

Al canto compuesto por el padre José María Alcócer introducido por primera vez en el desfile del año 1952, hay que sumar el silencio del resto de la procesión, roto únicamente por el golpeteo de los hachones en el suelo y las campanillas del viático que anuncian la presencia de Jesucristo.

Entre los elementos que más impresionan de la procesión sobresalen tres grandes cruces de madera, de tamaño y peso similar a la que fue utilizada para crucificar a Jesús, que son arrastradas por cofrades en la parte final del desfile.

Dos de ellas son cargadas por los mayordomos de cada año y los actuales ingresaron en la cofradía hace unos cuarenta años, según explica el hermano mayor del Yacente, Dionisio Alba.









Para la tercera cruz, denominada de penitencia, la espera es aún mayor, ya que la lista de reserva está completa hasta el año 2060.


Para lo que no existe espera es para llevar la corona de espinas y los clavos de plata que cada año portan en cojinetes los penitentes más pequeños, de doce años, la edad mínima para desfilar en esta procesión.

Los cofrades han vestido túnica y un largo caperuz, ambos de estameña blanca, y han completado el hábito con una faja morada y ribetes de cordón de igual color, sandalias franciscanas, guantes blancos, hachón con vela y la medalla con el símbolo de la hermandad al cuello.

La cofradía desfila junto a un Jesús Yacente encontrado oculto en la iglesia de la Concepción de Zamora, que hoy es Biblioteca Pública del Estado y está situada en las inmediaciones de la plaza de Viriato en la que se canta el Miserere.


Esa talla, que data de la primera mitad del siglo XVII, fue realizada por Francisco Fermín, un discípulo de la escuela castellana de la que era cabeza visible el imaginero Gregorio Fernández.


Jesus Yacente


La cofradía de la Semana Santa de Zamora, que nació en 1941 del impulso de un grupo de jóvenes de la ciudad que pretendieron emular el entierro de un hombre sencillo, tiene por lema "Un día de procesión, 365 días de hermandad", con el que pretende extender a todo el año las actividades religiosas y la captación de fondos para personas necesitadas a través de su obra social.

La Semana Santa de Zamora ha estrenado este año la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de patrimonio inmaterial, una figura de protección institucional de sus ritos y tradiciones que se suma a la declaración de interés turístico internacional.



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