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Historia de la provincia de Zamora. Part 7 Fin

LA PROVINCIA DE ZAMORA EN EL SIGLO XX

Se consolida la provincia como un centro de producción agrícola (fundamentada en la recogida del trigo y de la uva) y ganadero. Con un escaso desarrollo agrario una excesiva parcelación de las tierras de cultivo. Las producciones agrícolas se dedicaban al consumo propio, a la alimentación del ganado mular y de cerda, así como a la venta en los mercados locales, logrando una economía de supervivencia y poder pagar las rentas de las fincas.

 Con relaciones económicas fundamentadas en las actividades comerciales tradicionales. Una provincia sin industrias, con una economía agraria arcaica y una red de comunicaciones subordinada dentro del sistema radial centralizado en Madrid. Zamora se convierte en una zona periférica de la economía nacional, subordinada por completo a los intereses de otras comunidades más desarrolladas, cuya función es la de ser proveedora de alimentos, de mano de obra y de energía barata. 

Se inicia la construcción de infraestructuras como el canal de San José y de Toro-Zamora a orillas del Duero, así como el canal del Esla. Se crea la Confederación Hidrográfica del Duero formando parte de un área superior a la de la misma provincia, dentro de la confederación se inicia la construcción de los Saltos del Duero. En el área de la obra civil se abordan obras de gran relevancia como el viaducto Martin Gil situado sobre el Embalse de Ricobayo (rio Esla), otras obras de similar envergadura se habían iniciado a comienzos de siglo como fue el puente de Requejo.

Mapa Confederacion Hidrografica del Duero




La provincia de Zamora inicia un despegue económico a comienzos del siglo XX con la ubicación de nuevas empresas del sector harinero, un ejemplo es la popularidad de la fábrica de harinas Bobo (obra de neomudéja del arquitecto Segundo Viloria Escarda) promotora de la marca Harina Mezcla Tradicional Zamorana junto con la fábrica de Rubio, y el tendido de las líneas ferroviarias Astorga-Salamanca y Zamora-Medina del Campo. Esta etapa dorada de la provincia cuenta con el apoyo del Senado, y concretamente de la figura de Federico Requejo Avedillo, que entre 1854 y 1914 apoya políticamente desde Madrid las iniciativas de inversión en la provincia. La aparición de una burguesía de provincias que promueve el desarrollo urbanístico, impulsa la economía local. Surge el interés popular por la historia de la provincia, y se muestra con la primera edición que del fuero de Zamora hicieron en 1916 los investigadores Américo Castro y Federico de Onís. La segunda actividad industrial de la provincia se consolida en la producción y comercialización del vino. Es decir que son industrias que dependen de la producción agrícola del cereal y de la uva. El resto son pequeños negocios como fábricas de electricidad (con “El Porvenir de Zamora” de Federico Cantero Villamil a la cabeza) y algunas otras como queserías, maderas, chocolate, textiles, ladrillos, etc. La crisis agraria comenzaba a mostrar revueltas en algunos de los pueblos de la provincia. La dictadura de Primo de Rivera impuso una paz social superficial que tendría eco posteriormente. Comienzan los movimientos asociativos entre los agricultores que con la llegada de la II República se verá incrementada, un ejemplo es la creación de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra. En 1910 la provincia alcanza casi los 290 mil habitantes.


Primo de Rivera


La ciudad de Zamora, que había recibido años antes la visita del rey Alfonso XII en 1877, hace cambiar la denominación de la céntrica "Plazuela de la Hierba" por la del político Cánovas del Castillo. Dicha plaza comienza el siglo XX con un cambio importante. En 1903 coloca en dicha plaza una obra del escultor zamorano Eduardo Barrón González en honor a Viriato. Dicha colocación escultórica establece un nuevo nombre para la plaza, así como una imagen característica e icono de la ciudad. El Museo Provincial de Zamora, se inaugura de manera simbólica por Alfonso XII en 1877 pero su apertura real no se produce hasta 1911, en la desaparecida iglesia del convento de las Marinas. En la década de 1980 se elige para su nueva sede el Palacio del Cordón próximo al río Duero.



Museo Provincial de Zamora

REPUBLICA Y MODERNISMO


La llegada de la II República abre una posibilidad de introducir y mejorar las infraestructuras industriales en la provincia. El establecimiento de una clase social burguesa abre la posibilidad de construir nuevos edificios en las ciudades más importantes. En este apartado hay que destacar la labor del arquitecto barcelonés Francisco Ferriol (que había sido discípulo de Domènech i Montaner), autor de obras como el Teatro Ramos Carrión, el edificio Aguiar, en la plaza del Mercado, el bloque de viviendas Ufano (entre el Mercado de Abastos y la calle Traviesa), y el antiguo Lboratorio Municipal. Introductor de la corriente en Zamora, influyó asimismo en otros arquitectos coetáneos que trabajaban en la ciudad, entre los que destaca Gregorio Pérez-Arribas autor del Edificio de Caja España-Duero. La proliferación de edificios modernistas en Zamora ha hecho que sea incluida en la Ruta Europea del Modernismo en pleno siglo XXI. Se cataloga, se reproduce en cuadros y fotografías, parte del patrimonio de la provincia. En esta labor la Escuela de Cerámica Francisco Alcántara realiza un viaje en el verano de 1929 que cataloga las costumbres y la indumentaria de los campesinos de la provincia.

La economía de la provincia posee en el siglo XX una producción fundamentada en dos productos: uva y trigo. La crisis agraria que asolaba España a finales del s. XIX y comienzos del s. XX tuvo también sus repercusión en la provincia. Esta situación produjo enfrentamientos en los pueblos de los diversos términos, huelgas (como la acaecida por los segadores de Tagarabuena en 1911) y enfrentamientos con la Guardia civil. Un sistema de propiedad agraria en el predomina el pequeño y mediano propietario en una micro parcelación excesiva, en el que se emplea un sistema de barbecho de rotación trienal. La parte de los obreros de la provincia se encontraban contratados en la línea ferroviaria Zamora-La Coruña y en la construcción de los Saltos del Duero. Los obreros de la línea ferroviaria hicieron diversas huelgas, una de los periodos más conflictivos es 1931-1932. Aunque cabe mencionar que muchos de esos trabajadores eran foráneos. En las obras intensas de los Saltos del Duero se produjeron huelgas reivindicando horas de trabajo y cuestiones salariales. La situación a este respecto fue tal, que en 1933 la provincia de Zamora era la más conflictiva de la región castellano leonesa, desde el punto de vista laboral. La situación cambió en un año, de tal forma que la aprobación de leyes agrarias fue calmando los ánimos. La construcción entre 1930 y 1934 del Embalse del Esla, en Ricobayo en lo que supone un ambicioso proyecto, supuso por el contrario el anegamiento de algunos elementos del patrimonio cultural de la provincia.



Embalse del Esla


Durante la II República se realizaron tres elecciones legislativas (1931, 1933 y 1936). La victoria electoral siempre fue para los partidos de derecha en las urnas zamoranas. Tras el resultado de las elecciones generales del 36 se produjeron huelgas y manifestaciones. La violencia social y los pistoleros hacen que se produzcan escenas de violencia y asesinatos políticos en diversos lugares de la provincia.​ Provocando situaciones de inestabilidad. Como respuesta, el Gobernador Civil prohibió todas las manifestaciones públicas en la capital. La victoria electoral de las fuerzas conservadoras en 1936, mostraba igualmente una reducción electoral de las distancias, facilitada por la unión de fuerzas en los partidos republicanos y proletarios. Cabe destacar en este tiempo la creación del denominado Archivo Histórico Provincial de Zamora, referente de los estudios históricos de la provincia.

GUERRA CIVIL


El pronunciamiento del 17 y 18 de Julio de 1936 contra el gobierno de la República tuvo éxito en los cuarteles militares de la provincia, de esta forma el territorio de la provincia fue partidario de los generales sublevados. La guarnición militar de Zamora se encontraba adscrita a la 7ª División Orgánica, con cuartel general en Valladolid. Su posición geo-estratégica y la evolución de la contienda hicieron que no hubiera combates relevantes durante el periodo 1936-1939 quedando en todo momento bajo el denominado bando franquista. La provincia se convirtió en una zona de retaguardia. Tras los días de alzamiento ciertos momentos de incertidumbre cuando el tren de los mineros asturianos llegó hasta Benavente, desde donde regresó a Asturias, pero la única resistencia armada corrió a cargo de los obreros del tendido ferroviario de la línea Orense-Zamora que se concentraban en Requejo organizados muchos en el sindicato anarquista CNT. En Zamora capital resistencia armada y organizada al alzamiento de los militares sublevados en julio de 1936. El día 19 de julio Zamora decretó el Estado de Guerra en un bando firmado por José Íscar Moreno que figura como comandante militar de Zamora. El día 21, el nuevo Gobernador Civil, Raimundo Hernández Comes, exige la entrega de armas y explosivos en un plazo de 24 de horas. Se militariza la vida civil y se producen cambios sociales. La provincia de Zamora fue una de las primeras en cambiar el nomeclator en 1936. La retaguardia adquirió relevancia estratégica, como zona de suministros de recursos materiales y humanos.





Al estar la provincia en la retaguardia del bando nacionalista y relativamente alejada de los combates, las actividades de propaganda y de reagrupamiento ideológico eran frecuentes. Se establece una emisora de radio: Radio Zamora, el Frente de Juventudes de Toro se dedicó a hacer excursiones y enseñar a desfilar, se introduce en el sistema educativo valores falangistas y del nacional catolicismo. La vigilancia de la moralidad pública cobró mucha importancia y el clero fue partícipe de la represión de la primera etapa, a partir de 1937, era obligatorio que los párrocos expidieran certificados de conducta de sus feligreses. Se crea con idéntico motivo una Guardia Cívica que se caracteriza por llevar una banda en uno de sus brazos, al mando de la misma se encontraba el capitán de infantería Agustín Martín. Se recolectaba chatarra para el frente y las colectas eran anunciadas por la prensa zamorana. Asociaciones femeninas promueven la recogida de ropa. Con objeto de obtener financiación se impone el denominado subsidio al combatiente, creado el 8 de enero de 1937. Se trataba de un impuesto que gravaba el consumo de artículos que se consideraban de lujo, o al menos poco necesarios: entradas en espectáculos públicos, tabaco, consumiciones en los bares, etc. Se instauró el impuesto de plato unico, que comenzó a imponerse el 30 de octubre de 1936. Los días de plato único eran el 1 y el 15 de cada mes, con este impuesto se pretendía sostener comedores de asistencia social, jardines de infancia, orfelinatos e instituciones análogas. Surge una cultura de estraperlo que movía productos desde la raya de Portugal (frontera) hasta el interior. Con el objeto de controlar la producción de trigo se crea en el bando nacional el Servicio Nacional del Trigo cuyo objeto era el de comprar el trigo a un precio oficial.





POSTGUERRA Y FRANQUISMO


Tras la Guerra Civil se intensifica la ocupación del ensanche de la ciudad de Zamora. Se continúa con la construcción, ya iniciada antes de la Guerra Civil, de las represas y de los Saltos del Duero lo que proporciona varias centrales hidroeléctricas a lo largo de la provincia en el Esla-Duero. En los años cincuenta se dota a la capital con servicios como el nuevo Hospital, la Universidad Laboral y la Nueva Estación de Ferrocarril. El día 9 de Enero de 1959 se produce en el norte de la provincia la rotura de la presa de Vega de Tera que se denominó catástrofe de Ribadelago. La rotura inundó y arrasó el pueblo sanabrés de Ribadelago; causando la muerte a 144 de sus habitantes y convirtiéndose así en una tragedia en España de gran proporción en cuanto a número de víctimas mortales por la rotura de un embalse hasta la actualidad. El desastre generó un importante movimiento solidario de apoyo a las víctimas a nivel nacional e internacional. Se procede a reforestar de pino silvestre (Pinus sylvestris) los montes del norte de la provincia (sierra de la Culebra), la responsable de esta tarea es ICONA un organismo estatal encargado de la vigilancia de montes cobra importancia en los medios rurales. En 1952 se crea en la ciudad de Zamora la Universidad Laboral (Escuelas Profesionales José Antonio Girón).


Catastrofe de Ribadelago 9 de Enero de 1959


En la década de los años cincuenta comienza un lento declive económico de la provincia, al mismo tiempo que la población alcanza su máximo en la provincia superando las 300 000 personas censadas. Debido a la ausencia de desarrollo industrial la población más joven va emigrando desde los entornos rurales a otras capitales en busca de empleo. El número de habitantes comienza a decrecer en la provincia, a pesar de aumentar en una proporción menor en la capital. El 15 de febrero de 1955 se inaugura el Hospital Virgen de la Concha en las afueras de la ciudad de Zamora. Se produce igualmente un fenómeno de emigración estacional con el objetivo de vendimiar en el sur de Francia durante los meses otoñales. De la misma forma va creciendo la inmigración a diversas zonas de Europa y América. En 1989 se celebra el Primer Congreso de Historia de Zamora. El declive poblacional y económico de la provincia continúa hasta la última década del siglo XX. Tras la muerte del dictador Francisco Franco, surgieron en la provincia organizaciones regionalistas, autonomistas y nacionalistas procedentes del regionalismo castellano y leonés como Alianza Regional de Castilla y León (1975), Instituto Regional de Castilla y León 1976) o PANCAL (1977). Posteriormente tras la extinción de estas formaciones surgió en 1993 Unidad Regionalista de Castilla y León. El casco antiguo de la ciudad de Zamora recibe la calificación de Conjunto Histórico-Artistico desde 1973.Se reconoce en la producción vitivinícola de la Denominación de Origen Toro en los años ochenta.


PERIODO DE TRANSICION Y DEMOCRACIA


En 1983 se constituye la comunidad autónoma española de Castilla y Leon siendo una de las de mayor extensión. La provincia de Zamora se inserta en la comunidad junto con otras ocho provincias. Anteriormente existieron intentos por formar un estado federado de Castilla la Vieja y en 1869 se produce el denominado Pacto Federal Castellano es el nombre que recibió un manifiesto interno del Partido Republicano Federal. El fin de la República, a principios de 1874, dio al traste con esta iniciativa. La división de la provincia en seis comarcas queda establecida y demarcada. Durante el otoño de 1968 se celebraron varias reuniones en la ciudad de Zamora, impulsadas tanto por la Federacion de futbol de Valladolid como por el entonces gobernador civil de la provincia, Manuel Hernández Sánchez con el objeto de poner en marcha un club en la capital que llenar el hueco que había dejado el desaparecido Atlético Zamora (1943-1964). Finalmente, el 23 de octubre de 1968 se constituye oficialmente el Zamora Club de Futbol, aunque no será hasta el 7 de noviembre cuando el club se inscriba en la Federación.

Aparece en España un nuevo fenómeno denominado turismo. Se multiplican las publicaciones con carácter informativo de la provincia, una de las primeras con orientación turística se escribe en 1960. Surgen periódicos como La Opinión de Zamora que tiene su primera tirada en 1990 con el fin de dar un nuevo aire a la información surgida en la ciudad de Zamora y su provincia. Años después, ya en 1993 se funde en La Opinion el Correo de Zamora. A mediados del siglo XIX había una amplia oferta de periódicos, algunos de ellos de pequeña tirada: "La Región" en Benavente, el "Heraldo de Zamora" en la capital, "El Amigo del Pueblo" en Toro, el "Ideal Coresino" en Coreses. Poco a poco va estableciéndose una adaptación de la industria del vino en algunas regiones zamoranas. Existe una tierra del vino y concretamente destaca la región de Toro, que a mediados de los años setenta se concede la Denominación de Origen de vinos, previa a la consecución de 1a Denominación de Origen definitiva el 29 de mayo de 1987. El queso zamorano obtiene en 1992 la denominación de origen. En 1995, tras la operación de desembalse se renovó la investigación histórica de la zona.


PROVINCIA EN EL SIGLO XXI


La evolución social de la provincia se dirige, desde mediados del siglo XX, a un progresivo despoblamiento de sus entornos rurales. Proceso iniciado ya desde los años cincuenta y que se prolonga hasta entrado el siglo XXI dando lugar a una de las provincias con menor densidad poblacional de España. Durante el siglo XX el máximo número de población se produce en 1950, y a partir de ahí los índices de población van disminuyendo progresivamente. En pleno siglo XXI los habitantes de la provincia suponen ser menos del uno por ciento de la población de España, con un número creciente de pueblos deshabitados. La despoblación es debido a un fuerte proceso emigratorio patente a comienzos del siglo XX, siendo el principal responsable de las pérdidas demográficas más que la ausencia de crecimiento vegetativo de la población. Se trata de un proceso muy similar al que ocurre con otras zonas rurales del interior en la península ibérica. La evolución de la provincia avanza poco a poco desde una cultura agrícola tradicional hasta un conjunto de servicios englobados en el turismo rural pudiendo ofrecer a los visitantes tanto su cultura culinaria local como la posibilidad de disfrutar de la arquitectura. En 2002 se reúnen los centros hospitalarios y asistenciales y se crea el Complejo Asistencial de Zamora que proporciona servicio asistencial a toda la provincia.

En el terreno de las inversiones en comunicaciones, ya en el año 2008 dieron comienzo las obras de construcción de la línea de alta velocidad, en su tramo Olmedo-Zamora, dentro de la línea Madrid-Galicia, con doble vía electrificada y ancho internacional. Para 2015 está comprometida la conexión de Madrid con Zamora, con un tiempo de viaje estimado en algo más de una hora, mientras que en un futuro más lejano entrará en servicio una segunda estación en la provincia, la de Puebla de Sanabria.


Cercano ya el bicentenario de la conformación de la provincia de Zamora, sus fronteras siguen aún en litigio en un pequeño territorio limítrofe con la provincia de Ourense y Portugal. Se trata de un espacio del que dependen cuatro fronteras: la intermunicipal entre Hermisende y La Mezquita, la interprovincial entre Orense y Zamora, la intercomunitaria entre Galicia y Castilla y León e incluso la internacional entre España y Portugal. Este paraje, de poco más 1,8 km, se encuentra situado entre el cerro de Las Lagunas y la frontera con Portugal. La línea de delimitación entre las provincias de Orense y Zamora la realizan los mojones 349 y 350 que, a pesar de su existencia, no son reconocidos por el ayuntamiento de La Mezquita. Además, la pertenencia de este territorio a la provincia de Zamora se encuentra documentada en un plano topográfico que data de principios del siglo XX y que fue realizado por el instituto Geográfico Nacional.


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