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Turismo en La Sierra de la Culebra

Sierra de la Culebra

La Sierra de la Culebra es un espacio natural situado en el noroeste de la provincia de Zamora que ofrece diferentes alternativas de ocio al visitante. Se encuentra en las comarcas de la Carballeda, Aliste, Sanabria y Tábara. El reclamo principal de este territorio es tal vez su habitante más emblemático: el lobo ibérico, aunque otra especie animal, el ciervo (en la Culebra habitan los ciervos de mayor tamaño de la Península Ibérica), se ha convertido igualmente en un icono de la reserva. En definitiva, podemos decir sin temor a equivocarnos que es sobre todo por su fauna por lo que la Sierra de la Culebra es hoy tan popular.

Por ello, hasta hace muy poco la mayor parte de quienes se acercaban hasta aquí eran naturalistas que trataban de observar y fotografiar éstas y otras especies. Sin embargo, hoy la situación está cambiando: además de ser un paraíso del ecoturismo, la Sierra dispone de muchas otras cosas para ver y hacer. Nosotros lo sabemos bien, pues además de ser de aquí le hemos enseñado la zona a mucha gente en los tours guiados por la Sierra de la Culebra que ofrecemos.

En definitiva, la Sierra de la Culebra cuenta con una oferta de ocio cada vez más orientada al turismo familiar y, en general, a todos los públicos: localidades pintorescas, playas fluviales, construcciones tradicionales, setas, actividades de turismo activo y aventura (senderismo, rutas a caballo, etc.), buena gastronomía…

Es de destacar también su proximidad a otros espacios protegidos: el parque natural de Montesinho, contiguo a la sierra y de similares características, aunque ya en terreno portugués, donde también el lobo es el rey; el parque natural del Lago de Sanabria (a 15 km); la reserva de las Lagunas de Villafáfila (a 30 km) y el parque natural de Arribes del Duero y Douro Internacional (a 45 km). Además, recientemente todo este territorio ha sido declarado Reserva de la Biosfera, bajo el nombre “Meseta Ibérica“.

El Centro de Interpretación del Lobo Ibérico

Los visitantes tienen cada vez más opciones de ocio en la Sierra de la Culebra y así es. Una de las principales es la visita al Centro del Lobo, situado en la localidad de Robledo, una actividad siempre recomendable para niños y adultos. En este espacio es posible observar a los lobos en estado de semi-libertad desde los distintos miradores habilitados para ello, algo que no se ve todos los días.

También dispone el centro de abundante información sobre la especie, tanto desde el punto de vista biológico como acerca de la cultura lobera que la presencia de este animal ha generado en la zona, incluyendo los sistemas de defensa de los rebaños ante la amenaza que el lobo suponía.

La observación de fauna en libertad (lobo y ciervo)

La Sierra de la Culebra, además de contar con una importante población de lobos, dispone de excelentes atalayas para su avistamiento a gran distancia, lo que permite disfrutar de estos animales sin interferir en su actividad, si se dispone de equipos ópticos que lo permitan (telescopio). Como no siempre es posible conseguir observar a los lobos, muchas veces terminan siendo los abundantes ciervos, mucho más fáciles de ver, el objetivo de nuestra atención.

A estos puntos de observación se desplazan numerosos amantes de la naturaleza para conseguir avistar a tan emblemático animal. Igualmente es posible ver lobos con un guía de naturaleza, actividad que desde Naturaliste venimos ofreciendo desde hace años. En definitiva, poder ver a los lobos en libertad es el complemento ideal a observarlos de cerca en el Centro del Lobo.

La berrea del ciervo

Muy relacionado con el punto anterior, aunque mucho más accesible para todo tipo de público, tenemos este espectáculo de la naturaleza. En este caso cualquiera que no esté sordo puede disfrutar de la berrea, aunque también desde Naturaliste ofrecemos la posibilidad de hacerlo con un guía de naturaleza que no solo nos va a permitir observar a los ciervos berreando con el telescopio desde un lugar autorizado sino que también nos contará muchas cosas y algunas curiosidades de estos animales y el medio en el que viven.

Pueblos “con encanto”

En la Sierra de la Culebra hay varios lugares que no se pueden dejar de visitar. No se trata de grandes poblaciones, sino de pequeños pueblos, en algunos casos incluso de diminutas aldeas de montaña. Uno de los lugares que recomendamos conocer es Villardeciervos, verdadero centro neurálgico de la Sierra y cuyo núcleo urbano está declarado Conjunto Histórico, por su arquitectura en piedra.

Pueblos más pequeños, pero no menos pintorescos, son Riomanzanas y Flechas, en la comarca de Aliste, o Santa Cruz de los Cuérragos, en la Carballeda. Éste último ha sido declarado Conjunto Etnológico y apenas muestra indicios de modernidad en sus construcciones, como si el tiempo se hubiera detenido desde la Edad Media.

Villardeciervos
Una de las aldeas imprescindibles de la Sierra es Rihonor / Rio de Onor, localidad partida en dos por la frontera, cuya parte portuguesa está considerada como una de las 7 maravillas de Portugal. Por supuesto, otro de los lugares de visita obligada es Puebla de Sanabria.

La visita a Rio de Onor, que por cierto cuenta con su propio centro de interpretación (la Casa do Touro), se suele completar con la visita a la ciudad portuguesa de Bragança, obviamente fuera de la Sierra, pero interesante y muy cercana a Rio de Onor.

Las playas de la Sierra

Sí, aunque parezca mentira, también aquí hay playas… ¡y muy buenas! Todas ellas se encuentran en el embalse de Valparaíso y suelen sorprender bastante a los visitantes.

Destacamos tres playas fluviales (todas ellas con su chiringuito, claro): las de Villardeciervos (playa de los Molinos), Cional y Manzanal de Arriba. Están muy cerca unas de otras aunque su tamaño es muy desigual, la más grande es la de los Molinos y la más pequeña la de Manzanal, aunque ésta dispone de camping.

Playa de Cional
Recolección de setas en la Sierra de la Culebra

Uno de los aspectos por los que es más conocido este territorio es por su abundancia en setas comestibles (cuando se dan las condiciones meteorológicas adecuadas, como es natural). Por eso, los otoños fecundos en estos frutos del bosque atraen a la zona a multitud de recolectores aficionados procedentes de todas partes que buscan con ahínco estos deliciosos manjares que la naturaleza ofrece.

En los montes de la Sierra de la Culebra hay diferentes tipos de setas muy apreciadas (chantarelas, pie azul, Amanita caesarea, etc.), pero son especialmente abundantes los boletos. En sus pinares se da con profusión el Boletus pinicola, en los robledales Boletus edulis, Boletus aereus, Boletus aestivalis, etc. y en los jarales el famoso Boletus edulis de la jara. Para la recolección es preciso obtener un permiso, cuyo precio y condiciones depende de cada municipio, excepto en los montes que están regulados por el proyecto micocyl, que abarca varios municipios con un solo permiso.

Para aprender un poco más sobre las setas de la zona, podemos visitar la Escuela Micológica de Ungilde (EMU) o bien el Museo Micológico de Rabanales, aunque éste se encuentra ya fuera de la Sierra (a 15 km).

Las corralas y los castros

En la Sierra de la Culebra abundan una serie de construcciones tradicionales muy típicas de esta zona (normalmente de planta circular) denominadas corralas, corrales, corralizas, pariciones, etc. Se trata de edificios cuya utilidad era proteger al ganado del frío y también del lobo, claro. Las corralas más conocidas son las del municipio de Riofrío de Aliste (Sarracín, Riofrío, Cabañas, etc. ), donde algunas han sido restauradas para que ahora nosotros podamos disfrutar de ellas.

Coorala (Sarracin de Aliste)
Incluso en Ferreras de Arriba existe un Centro de Interpretación de la Vida Pastoril en una de ellas, también rehabilitada. Por su planta circular hay quien ha querido relacionar estas construcciones con las viviendas de los antiguos asentamientos que tanto abundan en la zona, los castros prerromanos, pero nada tienen que ver. Por cierto, una verdadera lástima que la Sierra de la Culebra no disponga de ni un solo castro excavado y acondicionado para su visita.

La gastronomía en la Sierra

Como toda la provincia de Zamora, esta zona destaca por la calidad de sus productos alimentarios: la Ternera de Aliste, las setas silvestres e incluso la carne de caza, que algunos restaurantes ya están ofreciendo a sus clientes. También es muy apreciada la miel de la Sierra de la Culebra, miel sobre todo de brezo, que es una de las mieles mejor consideradas de cuantas existen. De hecho, el propio espacio natural cuenta con un Centro de Interpretación de la Miel situado en la localidad de Sagallos (municipio de Manzanal de Arriba), cuya visita recomendamos encarecidamente.

El paisaje de la Sierra de la Culebra

Lo cierto es que este espacio natural ofrece una imagen bastante reconocible. Digamos que tiene un paisaje muy característico, en parte debido a su componente natural y en parte a a la acción humana. Sus crestones cuarcíticos, de los que descienden extensísimos pinares de repoblación, acompañados en las partes bajas por amplios brezales y robledales, y en menor medida por zonas cultivadas y praderas, que cada vez escasean más, dan lugar a la estampa clásica de la Sierra que los de aquí enseguida reconocemos.

Se trata de un paisaje modelado tradicionalmente por la agricultura, la ganadería y el carboneo, y en la actualidad por la fauna silvestre, el abandono de las prácticas agropecuarias y las repoblaciones forestales. Es especialmente bello, como casi todos los paisajes, en primavera y otoño.

Otras cosas que ver y hacer en la Sierra de la Culebra

Las opciones no se agotan con lo que hemos contado hasta aquí, pues en la Sierra hay muchas otras cosas que hacer. Una de ellas es practicar senderismo. A tal efecto hay numerosas rutas señalizadas, entre ellas algunas espectaculares, como la ruta de las madroñeras, de Cabañas a Sarracín. No debemos olvidar que un Camino de Santiago (el Camino Sanabrés) atraviesa la Sierra por la zona de Tábara. Otras rutas muy atractivas, aunque todavía sin señalizar, son la del río Cabrón (sí, se llama así) o la subida a Peñamira, el punto más alto de la Sierra (1241 m).

También existe la posibilidad de realizar rutas en BTT o de visitar alguno de los miradores que hay en la Sierra, como el de Figueruela de Arriba, situado junto a la carretera que baja hacia Riomanzanas (desde él se ve la “culebra” que según la tradición popular da nombre a la Sierra), o el de la Pedrizona, en Ferreras de Abajo, que ofrece amplias vistas tanto de las Sierra como de su entorno.

También es recomendable acercarse a Riofrío de Aliste para conocer la Casa de los Carochos, donde nos hablarán de esta peculiar celebración. Otra opción, ésta muy original, es realizar un taller de cerámica rakú en la localidad de Cabañas de Aliste.



Fuentes: NaturAliste y Google


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