El Bote de Zamora, también llamado "pixide de Zamora" es una urna de marfil de elefante, que data de la época del Califato Omeya en la peninsula iberica, territorio llamado Al-Andalus. Está considerado como una de las joyas de los marfiles hispanomusulmanes.
El bote de Zamora o Píxide de Zamora es una pequeña urna realizada en marfil por los talleres palatinos del Califato Omeya, posee unos dieciséis centímetros de diámetro y el cuerpo tiene forma cilíndrica mientras que la tapa es cónica. El marfil fue obtenido del colmillo de un elefante y se talló en dos partes diferentes aprovechando su forma cilíndrica así, con una de las partes del colmillo se talló la tapa del bote y con la otra el cuerpo del mismo. El bote es una pieza excepcional realizada con los mejores materiales y no sólo por el uso del marfil en el cuerpo y la tapa, las bisagras que unen las dos partes están realizadas en plata.
La pieza fue encontrada en las cercanías de la ciudad de Córdoba, más concretamente en la antigua ciudad de Medina Al- Zahara. El hecho de que el bote reciba el nombre de Bote de Zamora o Píxide de Zamora está relacionado con su autor, de éste tan solo sabemos que se le conocía como Maestro de Zamora y que en torno a la década de los sesenta trabajaba en el Califato de Córdoba.
Bote de Zamora |
Las inscripciones con la que cuenta esta singular pieza nos describen como fue encargado por el monarca Al-Hakam II para su concubina y después madre de su hijo, la bella Subh en el 964 d.C. Este tipo de botes estaba destinado a los ocupantes de la corte califal es decir, a personajes poderosos e influyentes. Normalmente se utilizaba para albergar joyas de gran valía o perfumes; de hecho durante el Califato fue común que el soberano regalara este tipo de objetos a importantes dignatarios por lo que su producción fue bastante prolífera.
Pero sin duda el Bote de Zamora es uno de los ejemplos mejor conservados y más valorados de este tipo de objetos. Su composición recuerda a las formas arquitectónicas: en el cuerpo del bote dos franjas a modo de imposta enmarcan un espacio trabajado con relieves de gran finura y delicadeza; mientras la tapa está dividida en dos partes bien diferenciadas, la inferior en la que se encuentra la inscripción y la superior en la que se repite una zona de rieles que están coronados por una pequeña bolita que sirve como pomo de apertura.
Los relieves se trabajan a bisel originando bellísimos claroscuros que contrastan con la blancura del marfil y la elegancia de las formas. El tema representado son elementos vegetales, plantas cuyo tallo emerge de manera vertical mientras que las ramas y hojas se extienden perpendiculares al tallo- se los ha identificado como árboles de la vida-, entre el follaje diversos animales pastan con tranquilidad. En la tapa encontramos pequeñas parejas de palomas enfrentadas que se repiten en el cuerpo del bote, éste está además completado por figuras de cervatillos y pavos reales. El maestro ha optado por representar los animales con gran realismo mientras que en las formas vegetales se permite licencias más fantasiosas
Detalle del Bote de Zamora |
Contiene inscripciones que indican que fue un regalo del califa Abû al-`Âs al-Mustansir bi-llah al-Hakam ibn `Abd ar-Rahman (en arabe, أبو العاص المستنصر بالله الحكم بن عبد الرحمن ), más conocido como Al-Hakam II o Alhakén II ( Cordoba, 13 de enero de 915 - Id., 16 de Octubre de 976), segundo califa omeya de Cordoba, desde el 16 de Octubre de 961 hasta su muerte, a la vasco-navarra Subh, concubina y madre de su heredero Hisham II en el año 964 de la Hegira.
En la pieza hay una inscripción en la que se conocía al artista que la fabricó como "Maestro de Zamora".
En la Catedral de Zamora
Aunque no se conoce la identidad del donante ni la fecha en la que entró en la catedral, pudo llegar a esta por donación real o señorial. El primer registro conocido del bote y de un conjunto de arquetas islámicas propiedad de la catedral, corresponde al año 1367 donde figura en el tesoro catedralicio. En 1436 ya consta en el relicario conteniendo “piedras de los Santos Lugares”.
En 1903 el matrimonio Gomez-Moreno, en una de sus estancias en Zamora y su provincia, donde recopilaban información para la futura redacción del volumen dedicado a Zamora del “Catálogo Monumental de España”, en su visita a la catedral descubren la píxide califal en el relicario, mostrando al cabildo la singularidad y el valor de unas piezas que este desconocía.
Detalle de la Tapa del Bote de Zamora |
Venta
En 1911 el cabildo catedralicio vendió, previa autorización del Nuncio Apostolico, el bote junto con otra arqueta al anticuario madrileño Juan Lafora y Calatayud por la suma de 52 000 pts.
Debido a que Gómez-Moreno frecuentaba en Madrid los mismos círculos que Lafora y Calatayud, pudo conocer la venta y ante el temor de que la pieza saliese de España, inmediatamente lo puso en conocimiento del gobierno de Canalejas a través del diputado nacional y coleccionista de arte islámico Guillermo de Osma.
Tras debatirlo en las Cortes el estado decide su compra por la misma cantidad por la que las había adquirido Lafora, depositándolas en el Museo Arqueológico el 14 de marzo de 1911.
La pieza se exhibe en el Museo Arqueologico Nacional de Madrid, aunque anteriormente formó parte del "Tesoro de la Catedral de Zamora".
Museo Arqueologico Nacional de Madrid |
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