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Ruta del Duero en Zamora

El Duero atraviesa ahora la frontera que separa las provincias de Valladolid y Zamora, penetrando en tierras del Alfoz de Toro. La fértil vega toresana, capital de los vinos que llevan su nombre, cuenta con un numeroso conjunto de viñas repartidas por todas las laderas al paso del caudaloso río, que entra en la localidad a través de un puente. Precisamente aquí se encuentra la sede del Consejo Regulador de los vinos de la Denominación de Origen Toro.

Toro
Las vegas, bañadas por las aguas, proporcionan a la localidad una de las huertas y conjuntos frutales más apreciados del entorno. Toro es una localidad de importante pasado histórico y monumental. Los orígenes son celtibéricos, como muestra el verraco o toro de piedra que recibe al visitante a la entrada a la localidad.

La villa toresana conserva un Castillo desmochado, parte de sus cercas y dos puertas conmemorativas, la de la Corredera y el Arco del Reloj, del siglo XVIII. El Palacio de los Ulloa, el de Las Leyes o el Ayuntamiento son algunos de los edificios más representativos aunque, sin lugar a dudas, el edificio más importante es La Colegiata, construida entre los siglos XII y XIII, la cual tiene una bella cúpula nervada sobre el crucero y una portada a los pies. San Lorenzo, el Salvador, el Santo Sepulcro y Santo Tomás Cantuariense son otros enclaves de interés.

Fresno de la Rivera
Fresno de la Ribera El Río Duero baña las orillas de Fresno de la Ribera, en la provincia de Zamora. Un pueblo que cuenta con numerosos atractivos turísticos, además del maravilloso paisaje que configura el río a su paso por la ciudad. En sus inmediaciones está el Yacimiento de 'El Valle', donde se han encontrado varios restos de cerámicas y vasos campaniformes. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción posee un bello retablo de cuatro columnas del siglo XVII que acaba con un calvario de la misma época.

Zamora A Zamora se la conoce como 'La Ciudad del Románico', pues en su casco antiguo concentra cerca de 20 edificios de este estilo, apretados entre su Castillo, los Palacios y los restos de su Muralla. Se levanta en un cerro sobre el Río Duero, que cose los ojos de su Puente de Piedra(románico), proporcionando una bella imagen de esta ciudad europea abierta al turista. Declarada Conjunto Histórico Artístico, la Vía de la Plata atraviesa esta provincia donde se ubica la mansión Ocellum Duri.

Zamora
La Puerta de Olivares y la de Doña Urraca son un buen testigo del origen medieval de Zamora. Entre sus edificios destaca la Catedral de Zamora, con característico cimborrio, huella del arte medieval hispano, o el Palacio Episcopal. Una larga lista de iglesias encabezada por la de San Pedro y San Ildefonso se suceden por sus calles empedradas, como la de la Magdalena o la de San Juan. La Semana Santa de Zamora, Fiesta de Interés Internacional, obliga a realizar una visita en tiempo de Pascua, cuando las calles antiguas se quedan mudas y cientos de cofrades las toman siguiendo sus pasos.

Pereruela Si hay algo que haya dado fama a la localidad de Pereruela, en tierras de Sayago, es su artesanía alfarera, uno de los principales ingresos de la villa desde la antigüedad. A unos 12 kilómetros de la capital, fue cruce de la calzada Mirandesa, que unía Zamora con Miranda do Douro. Conserva hermosos puentes, como el de El Potato, considerado como uno de los más antiguos de la provincia, el de Judiez y el de las Urrietas, los dos primeros sobre las aguas del Arroyo de Campeán. Hay que subir hasta los dos puntos más elevados: El Teso del Bárate, lugar que vivió las hazañas de Viriato, y el Cerro de Tradespadas, que también ofrece una hermosa panorámica desde sus 792 metros de altura.

Arribes del Duero-Pereruela
Bermillo de Sayago El Río Duero entra a la altura de Bermillo de Sayago en el paisaje granítico que configura la comarca sayaguesa, en Zamora. Buenos ejemplos de arquitectura popular acompañarán al viajero a lo largo de todo el recorrido, uno de los elementos más singulares y que dotan de personalidad a estas tierras. Chozos de pastor, Guardaviñas y Chiviteras aparecen junto a antiguos molinos, batanes y casas de piedra granítica.

Bermillo de Sayago es la capital de la comarca, un pueblo ganadero que durante la Edad Media destacó por sus ferias de ganado. Antes de entrar en la localidad, siguiendo la carretera que viene de Zamora dirección Fermoselle, aparece el Puente de Sogo, una de las construcciones romanas que mejor se conservan en toda la provincia de Zamora.

Bermillo de Sayago
En Bermillo se puede visitar la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, que data del último tercio del siglo XVI. La torre y el pórtico son posteriores, se levantaron en 1865 y 1896 respectivamente. En la antigua cárcel se encuentra hoy la Casa de cultura.

Fermoselle La villa de Fermoselle está situada en pleno Parque Natural de los Arribes del Duero, en la parte de Zamora, en la confluencia del Río Tormes y el Duero. En un lugar estratégico sobre un altozano, rodeada por laderas trabajadas a partir de bancales que miran hacia el Duero, hoy ostenta el título de Conjunto Histórico Artístico. El ecosistema que se ha creado en esta zona permite que naranjos, limoneros y almendros convivan con olivos y viñas, cultivos que se han recuperado con fuerza gracias a la variedad 'Juan García'.

Las calles empedradas y estrechas recuerdan el pasado medieval de Fermoselle que aún conserva el cubo del Castillo de Doña Urraca y el Arco de entrada de su muralla. Destacan, en su casco urbano, las grandes rocas graníticas, que se confunden con los tejados, y una buena muestra de bodegas subterráneas. La Plaza Mayor es el punto neurálgico de Fermoselle, donde se articula la vida de la ciudad y donde se concentra parte de la oferta turística de la villa. La Iglesia parroquial de la Asunción data de finales del siglo XII, se une a la otra iglesia y al resto de templos: la Ermita de La Soledad y la del Santo Cristo del Pino.

Mirador de las escaleras-Fermoselle
El viajero puede acercarse al Convento de San Francisco, que está en los alrededores. Se fundó en el siglo XVIII y cuenta con unos interesantes muros de sillería y cornisas de modillones. En las orillas del Tormes está la Cueva del Diablo y muy cerca queda el Embalse de la Almendra. La magnitud de esta impresionante obra de ingeniería es ya un espectáculo por sí misma. A ello se une la grandiosidad del agua y la posibilidad de utilizarlo para la práctica del turismo activo. En las orillas existen calas y playas aptas para el baño.

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