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Leyenda de Viriato y la Seña Bermeja (Bandera de Zamora)

Fue el principal caudillo de la tribu lusitana que hizo frente a la expansión de Roma en el territorio comprendido entre el Duero y el Guadiana. La bibliografía disponible sobre Viriato no permite determinar cuándo ni dónde nació. Para una parte de la leyenda popular, Viriato nació en el actual Portugal, sin embargo, esa misma leyenda popular también le sitúa nacido en la actual España.

¿Qué conocemos según los historiadores romanos?


Sabemos que era un pastor lusitano, que vivió en el siglo II a.C. y que fue asesinado en el año 139 a.C. Nos dicen :que llevaba una vida tranquila hasta la matanza hecha por el pretor Galba contra los lusitanos. Éste, con el pretexto de llegar a un acuerdo de paz y reparto de tierras a los lusitanos, los hizo reunir en un sitio en número próximo a los nueve mil, les obligó a entregar las armas y luego mandó a sus tropas que los mataran a todos, incluidos mujeres y niños. El hecho provocó la sublevación de numerosas tribus, eligiendo como jefe a Viriato. Su táctica va a ser la guerra de guerrillas, consciente de que en campo abierto los romanos eran invencibles. Pronto sus ataques por sorpresa, basándose en el buen conocimiento del terreno, van a causar numerosas bajas en el ejército romano.

Especialmente durante los años 147-139 a.C. las águilas romanas fueron humilladas por su ejército, siendo derrotados varios pretores y los cónsules Quinto Fabio, Máximo Emiliano y Serviliano. Éste último, derrotado y cautivo, tuvo que firmar un tratado por el que reconocía como rey a Viriato y le llamaba amigo, tratado que Roma rechazó.

En vista de que no lo podían vencer, Roma recurrió a la traición. El cónsul Quinto Servilio Cepión compró a tres lugartenientes de Viriato (Audax, Ditalco y Minuro), para que lo asesinaran. Cosa que hicieron mientras dormía el caudillo lusitano. Cuentan que después los asesinos huyeron al campamento de Cepión y desde allí a Roma para cobrar la recompensa, pero el Senado romano no les pagó con la célebre frase: “ Roma no paga a traidores” .

La tradición del origen zamorano de Viriato podemos verlo en la leyenda sobre la bandera de Zamora que paso a relatar:

Cuenta la leyenda que la bandera de Zamora se forjó como sigue y no sabe mucha gente, y quien puede decir que no es cierta por lo rara que es la misma.

Al parecer Viriato ganó una batalla a los romanos, y el cónsul que iba al frente de las tropas ocupantes, siguiendo el ceremonial del ejército del imperio de la época, entrega al vencedor la banda que adorna su atuendo militar, que era roja. Sin saber Viriato qué hacer con esa prenda o por ser de natural chulo, la ata a su lanza. Hecho que se repite hasta ocho veces pues en otras tantas ocasiones vence a los invasores, y en todas recibe la banda del general del ejército derrotado. Queda así formada la bandera primitiva de Zamora (aunque Zamora no tenía las fronteras actuales, ni existía como tal).De esta manera: un palo o lanza con ocho cintas rojas separadas entre sí, se constituye por siglos en la bandera de Zamora. Catorce siglos.

Era una bandera roja, de ahí su nombre de seña (bandera) bermeja (roja). Aunque eso sí, y no se olvide, a tiras sueltas.

Cientos de años después en el año 1476, Fernando V (el Católico), tras ganar la batalla de Toro , que tuvo lugar en la Vega de Toro, cerca de Peleagonzalo, gracias a la aportación de los zamoranos, preguntó, contento por la victoria, por esa bandera tan llamativa y curiosa, la seña bermeja de Zamora. Y al explicársele lo que aquí ya se ha contado, se quita una banda verde esmeralda que portaba sobre sus hombros( según otras versiones le quita a su señora, Isabel la Católica, la banda verde que luce al talle, y la coloca cual una novena franja, arriba de las ocho rojas ordenando escribir a sus cronistas los siguientes versos:

La noble seña sin falta
bermeja de nueve puntas
de esmeralda la mas alta
que Viriato puso juntas,
en campo blanco se esmalta
¿Quien es esa gran señora?
la numantina Zamora
donde el niño se despeña
por dejar libre la enseña
que siempre fue vencedora

Gratia Dei. Batalla de Toro, 1476.

El conde de Alba y Aliste como alférez mayor ostentaba tradicionalmente el privilegio de portar la bandera de la ciudad.

Esta bandera aparece en el blasón de la ciudad de Zamora, en la primera partición, en campo de plata, un brazo armado de lo mismo sosteniéndola. El brazo representado es el del héroe lusitano Viriato.

Una vez dicho esto debe quedar claro que la bandera de Zamora es muy especial porque está constituida por franjas o bandas sueltas, y no por un solo paño o pedazo de tela como las otras.

Sin embargo, por razones comerciales, o de comodidad, o ambas, Zamora es la única ciudad, que tiene dos banderas, la original y descrita, y el sucedáneo que todos conocemos. Tal sucedáneo de bandera zamorana consta de un solo paño o tela, en el que figuran tiras de color rojo (ocho) y verde (una), que están separadas entre sí por el trozo de tela que las une, en color blanco.

Curiosidades sobre las alusiones a Viriato en tierras zamoranas,mas concretamente en la zona de Sayago:

En Torrefrades hay una casa conocida como “ Palacio de Viriato” , reedificada según consta en una lápida en 1784. Lo cierto es que era el lugar de reunión de los procuradores de Sayago, que recibían el nombre de Bioratos. Otra de las fortalezas de Viriato estaba en el pueblo de Fariza, en las proximidades de la ermita de Nuestra Señora del Castillo. Además, en la mayor parte de los pueblos de Sayago y muchos de Tierra del Vino existen unas enormes banderas blancas, cuya altura suele ser la de la anchura de la iglesia del lugar, conocidas con el nombre de “ viriatos” , que se sacan en procesión en las romerías de la zona.

Se atribuye también a Viriato el nombre de algunos pueblos de la zona. Cuentan que él dio el nombre de Gáname al lugar en el que venció al pretor Unimano y acumuló allí todas las riquezas y armas ganadas; denominó Malillos al pueblo próximo porque la gente era mala y le costó dominarla; y el Perdigón estaba en el límite de su territorio y la llamó así porque allí perdió una batalla.

Pero el centro de sus correrías era el Teso de Várate, pues allí tenía su cueva. Desde este alto dicen que lanzó con su honda la enorme Peña del Cuarterón contra los romanos, a los que combatía en el Teso Trasdespadas, pero, al romperse la honda por el peso, la piedra quedó a mitad del camino. Otro día en que bajaba desde Várate, notó que no podía caminar bien, pues se le había metido una “ china” en la abarca; así que se descalzó y la dejó depositada en la cuesta de la Palla, con el nombre de Peña Palla.

Viriato fue un estratega memorable y sus hazañas, realidad o leyenda, no las pudo borrar el tiempo.

La estatua de Viriato, realizada en bronce, que se erige en la plaza que lleva su nombre, entre la Diputación Provincial y el Parador de Turismo, es obra del zamorano Eduardo Barrón.

Eduardo Barrón, nacido en Moraleja del Vino (Zamora), estudió en Roma, pensionado por la Diputación Provincial. Para corresponder a esta ayuda se puso a modelar la estatua de Viriato, que terminó en 1882. Representa a Viriato de pie, jurando tomar sangrienta venganza de la crueldad y alevosía de los opresores de su pueblo, los romanos. Por ello, es una estatua dedicada a la independencia ibérica.

En dicha estatua se puede leer el lema latino: “Terror Romanorum” (Terror de los romanos). No deja de ser curioso que la estatua del “Terror Romanorum” fuera realizada en Roma. Es una estatua sobria y con gusto clásico en el tratado del desnudo.

La estatua está montada sobre un peñasco de Sayago en el que la tradición dice que nació el pastor lusitano y donde aún hoy se conserva en Torrefradres como ya comentamos antes lo que se dice pudo ser su palacio. La peña no pudo ser trasportada entera con las técnicas de la época, por lo que se decidió romperla en dos partes. Hoy es visible el empalme de ambas mitades con un cruce diagonal en la peña.

Bajo la mole granítica se aprecia un ariete con cabeza de carnero que fue fundido en Madrid, así como las verjas con los emblemas de los lictores romanos a la funerala. Forman las verjas un cerco que se interpreta como un recuerdo al “cerco” de Zamora.

En esa estatua, generaciones y generaciones de niños zamoranos hemos jugado subiéndonos a esa cabeza de carnero y los más atrevidos a la parte de arriba de donde esta Viriato. Hace años la estatua estaba colocada en el centro de la plaza que lleva su nombre pero ya hace muchos años que se traslado a un lateral.


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