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Una obra maestra: El Sepulcro de la Magdalena

El sepulcro de la Iglesia de Santa María Magdalena es una de las obras maestras del arte románico europeo.

Su realización data del siglo XII, y todo apunta a que sería un monumento funerario dedicado a la hija del primer Rey de Portugal Alfonso Enríquez, además de ser también la primera esposa de Fernando II Rey de León.

De nombre Urraca, fue la madre del zamorano y Rey de León Alfonso IX. Falleció en el año 1188, aunque asistió (antes de pasar a mejor vida) a la coronación de su hijo en el mes de febrero del citado año.

El sepulcro tiene como elemento principal la figura de la difunta con la cabeza sobre dos cojines, estando los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Justo encima de la escultura de Urraca, se representa la ascensión a los cielos de su alma desnuda como símbolo de pureza, y con las manos vueltas hacia el espectador. La elevan al reino celeste dos ángeles sosteniendo una especie de sábana o lienzo. A ambos lados de estos, hay otros dos ángeles más agitando sendos incensarios a la par que apuntan a la escena antes descrita.

El sepulcro aparece enmarcado por un baldaquín con 5 columnas adornadas en sus fustes mediante motivos geométricos. Los capiteles sujetos por estos fustes representan diversos animales imaginarios muy del gusto medieval (arpías, felinos con cuerpo de aves y animales bicéfalos) y que son la personificación del mal, y de la lucha cotidiana del hombre por vencerlo y ganar el favor divino para su alma.

Esta estructura se remata por un dosel que representa la Jerusalén celeste mediante estructuras arquitectónicas, a la par que nuevamente se vuelven a representar animales fantásticos (dragones y arpías) y nuevos elementos geométricos.

Muy a menudo, muchas corrientes de historiadores, han señalado al arte medieval (prerrománico y románico), como rudo, torpe, iletrado, y demás calificativos vejatorios para situarlo en términos de inferioridad con respecto a otros estilos artísticos. Nada más lejos de la realidad, como se demuestra en este sepulcro zamorano, y en otros muchísimos ejemplos más a lo largo y ancho de la península y Europa. Este monumento funerario bebe de fuentes clásicas griegas y romanas, haciéndolas propias y añadiéndole nuevos símbolos que completan su significado. El tema de la ascensión del alma bien puede alinearse con el nacimiento de Afrodita griego o la Venus romana, representado hasta la saciedad por los artistas renacentistas, por lo cual, todo ello nos habla del profundo conocimiento artistico del pasado por parte de los autores medievales.

Sea como fuere, lo que queda fuera de toda duda es la calificación como obra maestra de este sepulcro.


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