En el territorio zamorano comprendido en el área de influencia del Camino Matritense, Benavente y Villalpando se alzan como los baluartes históricos más importantes.
El camino madrileño-castellano de Santiago surca el Nordeste de la provincia de Zamora, la Tierra de Campos, siguiendo el mismo trazado que la actual A-6 hasta Benavente.
Una ruta secular utilizada ya en tiempos de los romanos, pues hasta Villalpando coincide con la calzada Astorga a Zaragoza por Cantabria. Posteriormente sería el camino que tomaban los arrieros maragatos hacia la capital de España y cañada trashumante de la Coruña a Madrid.
En la descripción del recorrido seguimos el propuesto por J.I. Martín Benito: 'El Camino de Santiago en el norte de la provincia de Zamora' - Editorial Grugalma.
El viajero procedente de Tordesillas, se adentra en la provincia de Zamora en el término de Cotanes, en la Tierra de Campos zamorana. Un amplio espacio estepario salpicado con insignificantes masas arbóreas, con un clima continental severo y dedicado a la producción de cereales de secano y a la ganadería ovina.
Siguiendo la A-6, la llanura se muestra en todo su esplendor en Villalpando, importante enclave medieval; villa y tierra del Condestable de Castilla en los siglos modernos y cabeza de partido de la Tierra de Campos zamorana.
La ruta continua por el Camino Real paralelo a la actual A-6 que conduce a Cerecinos de Campos y San Esteban del Molar, salvando el Río Esla por el Puente medieval de los Paradores de Castrogonzalo, para llegar a la ciudad de Benavente.
En la ciudad de los Condes-Duques confluye con la Vía de la Plata. Aquí los peregrinos podían continuar por la calzada romana hasta Astorga y enlazar con el Camino Francés, o bien seguir a través del Valle del Tera para unirse a otra importante vía, el Camino Sanabrés.
Los viajeros que optaban por esta última ruta, atravesaban el Órbigo en Santa Cristina de la Polvorosa y el arroyo Almucera en Colinas de Trasmonte, siguiendo un camino coincidente con la actual Carretera Nacional 525.
Sitrama de Tera es la última localidad antes del encuentro con el Camino Sanabrés, que se produce en Santa Marta de Tera.
Desde este importante cenobio monacal medieval, custodio de la más antigua escultura de Santiago peregrino, el Camino Matritense se solapa con el Sanabrés hasta Santiago de Compostela.
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