Cascada de Abelon

Ruta Cascada de Abelon

Ruta que permite descubrir dos enclaves naturales de gran belleza: La cascada de Abejón y la desembocadura del río Esla en el Duero. La ruta es sencilla, cómoda y que se puede hacer en familia. La ruta está señalizada con marcas amarillas y blancas. 

- Ruta a pie

- Provincia: Zamora

- Localidad: Abelón 

- Municipio: Moral de Sayago

- Comarca: Sayago

- Dificultad: Baja

- Distancia: 7,7 km (circular)

- Duración: Aprox. 2h 30 min

- Desnivel: 193 m.

La ruta comienza en la báscula que se encuentra al final del pueblo de Abelon (por la carretera que lleva a Moral de Sayago). Aquí un panel informativo nos muestra los atractivos de la ruta.

 

 

Salimos del pueblo hasta llegar a un primer cruce de caminos junto a una nave donde tendremos que tomar el de la derecha. El camino va ahora por una amplia pista entre pequeñas parcelas delimitadas con vallas de piedra. 

En el segundo cruce de caminos ya empezaremos a ver postes con las marcas amarillas y blancas. En esta ocasión debemos tomar el de la izquierda. Avanzamos por terreno llano dejando atrás las pequeñas parcelas para dar paso a un paisaje más propio de las Arribas del Duero con sus rocas de formas caprichosas.

 

A unos 3 km del inicio llegamos a un ramal que nos lleva, en pocos metros, hasta la peña de La Campana. Se trata de una curiosa formación rocosa que tiene el aspecto de una seta gigante. Vale la pena acercarse hasta ella para contemplar en su parte inferior las curiosas cavidades que presenta.

 

De camino a la peña de La Campana hay que cruzar el arroyo de la Cunca y también podemos observar desde un pequeño montículo la primera vista del río Duero. Una imagen de enorme magnetismo. En esta zona de las Arribes, el cañón que forma el río no es tan espectacular como en Aldeadavila de la Ribera, (Salamanca) por ejemplo, porque estamos ante el comienzo de este espacio natural. 

 

Regresamos al sendero principal para iniciar el tramo más interesante de la ruta. Enseguida aparecerá un segundo ramal a la derecha, que nos conducirá hasta la Cascada de Abelón. El acceso es un estrecho camino animado por el sonido del agua del arroyo de la Cunca. La zona donde desemboca el sendero era en su día un pequeño complejo de molinos harineros de los que hoy sólo quedan las ruinas y su recuerdo. 

La Cascada de Abelón es un bonito salto (si lo visitamos en la época adecuada) cuyas aguas acaban alimentando el rio Duero. Merece la pena bajar hasta el pie de la cascada para inmortalizarla. Eso sí, a este lugar habrá que acceder con unas botas de montaña, ya que suele estar bastante encharcado.

 

Volvemos al sendero principal y continuamos la ruta en dirección a la desembocadura del Esla en el Duero. Desde que nace en el leonés Valle de Valdosín hasta que muere en este lugar, el Esla recorre 287 kilómetros en las provincias de León y Zamora. 

 

Para ver este fenómeno natural se ha construido un mirador en el terreno que ocupó la antigua ermita de San Vicente. Un lugar privilegiado para gozar con las vistas y relajarse ante uno de esos regalos que ofrecen las Arribes del Duero. 

 

Proseguimos el camino y veremos una gran cruz poco antes de contemplar los restos de la antigua ermita de San Vicente. Más bien es un homenaje a este templo, porque lo que se ha hecho es construir un pequeño campanario sin campana en lo alto de una gran roca. Una forma de recordar que en este privilegiado punto de las Arribes se levantaba una ermita. 

El camino continúa hasta un cruce en el que la ruta de la Cascada de Abelón se encuentra con la etapa 20 del camino natural de la Senda del Duero entre Pereruela y Moral de Sayago (marcada con señales blancas y rojas). Algunas personas deciden tomar este camino para regresar directamente a Abelón. Seguimos por el sendero marcado con los colores blanco y amarillo para hacer la ruta totalmente circular.

 

El camino señalizado llega hasta la carretera que une Abelón con Moral de Sayago, por lo que, para cerrar el círculo, no queda más remedio que hacer aproximadamente un kilómetro por esta vía y así regresar al punto de inicio. Como apenas pasan vehículos, se realiza perfectamente.