En tierra del Lobo Iberico - Zamora
Ruta por la Sierra de la Culebra
La diversidad que caracteriza a la provincia de Zamora tiene en la Sierra de la Culebra uno de sus más singulares ejemplos, pues esa franja que serpentea hacia el noroeste, haciendo honor a su nombre, alberga un especial enclave hoy protegido y declarado Reserva Regional de Caza.
Conforman la Reserva Regional de Caza, 65.000 hectáreas de superficie en las que la abundante masa de pinares cubre la mayor parte de la reserva, creando un ecosistema propio.
El roble es una de las especies autóctonas que pueblan la sierra junto al castaño y al meloso. En la vegetación también destaca el abundante matorral compuesto fundamentalmente por la jara y brezo.
Las comarcas de Aliste, Tábara, La Carballeda y la baja Sanabria participan de los parajes y bosques reforestados de la Sierra de la Culebra, donde a diario se sucede la lucha por la supervivencia entre especies también diversas, como el Lobo ibérico, que aquí alcanza al mayor población de la península, y que convive con los hombres, con su ganado y su actividad cotidiana en los numerosos pueblos que jalonan este territorio.
Una convivencia que siempre ha sido difícil, como lo demustran los numerosos corrales y trampas que aún pueden verse en varios pueblos de estas comarcas y que son un buen ejemplo de la arquitectura popular local. Corrales y Chozos son cerramientos de piedra que se utilizaban para proteger el ganado de los ataques del lobo. Las paredes están inclinadas y tienen gran profundidad en el interior.
Hoy todo este bagaje cultural constituye la base que atrae un turismo especializado en la observación de la naturaleza y de los lobos en particular, acorde a la cultura actual, comprometida con la conservación de estos espacios como uno de sus principales recursos.
La Sierra de la Culebra cuenta además con otras especies como el Ciervo, Corzo, el Gato montés, la Jineta el Tejón o el Jabalí. Algunas de estas especies sobreviven gracias a la caza controlada y al fuerte despoblamiento de la zona.
Pero también sus comarcas atesoran algunos de los mejores ejemplos de ganadería autóctona de la provincia, la vaca alistano-sanabresa y el asno zamorano-leonés, que sobre todo constituyen un patrimonio genético insdiscutible.
Es esta una tierra fronteriza, a pocos kilómetros de Portugal, y por ello comparte en ese territorio común conocido como la Raya, no sólo bosques y especies animales, también tradiciones, costumbres y fiestas populares, uno de cuyos ejemplos más destacables son las Mascaradas, de enorme valor etnográfico.
Villardeciervos Es el núcleo de arquitectura rural más hermoso de la reserva. Declarada Conjunto Monumental Histórico Artístico perduran las casas de piedra y balcones de madera. Riomanzanas es otro núcleo pintoresco. En Rihonor de Castilla se comparte frontera, está en la mitad de la calle y casco urbano, con el pueblo portugués de Río de Onor.
En el límite de la reserva esta Tábara, núcleo urbano de cierta importancia que posee una hermosa Iglesia del siglo XII.
En Moveros encontramos uno de los centros alfareros por excelencia de la provincia. Barrilas, botijos, cántaros de boca estrecha y cuello ancho realizados tradicionalmente por mujeres del lugar con arcillas de color claro.
Para escuchar la berrea del ciervo es preciso acercarse a la Reserva entre los últimos días de septiembre y principios de octubre. Todo un espectáculo de la naturaleza.
J. M. S.
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