Arquitectura popular comarca de Sayago
La comarca zamorana de Sayago se sitúa en el cuadrante Sur-Occidental de la provincia de Zamora; enclavada entre los cauces del río Tormes al sur y el Duero al norte. Se caracteriza por pequeñas elevaciones que se alternan con valles, por los que transcurren los manantiales de manera intermitente; en las riberas perviven restos de singulares piezas de la arquitectura fluvial de la época romana: pontones, fuentes, molinos y, en especial, puentes romanos en diferentes estados de conservación y uso.
Por la comarca discurre en la época romana la Vía de la Plata en su recorrido de Astorga a Mérida. El eje principal de comunicación es la vía que conecta Zamora con Portugal, pasando por los núcleos principales de la comarca: Bermillo de Sayago y Fermoselle.
Paisaje de Sayago “cortinos” |
Los primeros emplazamientos surgen en lugares estratégicos con un carácter predominantemente defensivo, en otro momento se busca la protección respecto a las inclemencias climatológicas y razones de índole funcional: proximidad a las corrientes de agua y espacios fértiles (Alfaraz, Fariza…).
Cabe remarcar la presencia de agua en todos los núcleos sayagueses, que disponen de pozos y fuentes a través de los que consiguen el agua para el consumo propio, el de los animales y para el riego, hasta la creación del servicio de aguas mancomunadas por varios municipios.
El análisis de la comarca realizado por la tesis “Elementos y Formas de la Arquitectura Rural de Sayago” de José Antonio García Moralejo, muestra la variedad en asentamientos y configuración de los núcleos en respuesta a cada emplazamiento y en base a una sucesiva adición de elementos, siguiendo caminos o en torno a espacios configuradores del núcleo, respondiendo a una definición orgánica representativa del modelo medieval.
El paisaje es granítico, formado durante millones de años por el contacto entre la piedra y la fuerza del agua. Esta fuerza hace que uno de los recursos más importantes sea el de aprovechar los saltos de agua para generar energía eléctrica.
Se puede decir que Sayago es fundamentalmente ganadera, no obstante se elaboran productos de alfarería, hornos de barro, cazuelas y diversos tipos de cerámicas y recipientes de cocina manufacturados en Pereruela. El nivel económico es bajo, la industria apenas existe y los productos tradicionales son el mayor sustento.
La comarca sayaguesa y especialmente la zona de Los Arribes, está considerada como uno de los espacios naturales más interesantes y valiosos de Europa; para su protección se le otorgó la consideración de Parque Natural. Fermoselle es una población ubicada en la conjunción de los ríos Duero y Tormes. La villa ha sido denominada como El Balcón del Duero, debido a su característico emplazamiento sobre los ríos, y declarada conjunto histórico-artístico.
Austera por definición, la arquitectura popular sayaguesa está salpicada, sin embargo, por discretos símbolos que descubren la sensibilidad estética y la espiritualidad de los antiguos sayagueses; la carpintería, la forja o la labra de la piedra recogen viejos iconos de connotación generalmente religiosa.
La casa sayaguesa tradicional es sobria y sencilla. Para su construcción no se emplearon otros elementos que los comunes en esta tierra, como la piedra, el adobe y grandes vigas de encina o roble para el techo. Sobre estas vigas, los cuartones de madera de negrillo o enebro servían como apoyo de la “barda”; ramas desmenuzadas de “escoba” u otros arbustos.
En general, la unidad familiar tiene algún corral próximo donde se ubica la cuadra. En su organización general, la vivienda se fue uniendo a los espacios que el labrador fue necesitando. En la entrada de estas casas se encuentra el portal, protegido por dos muros laterales que sobresalen de la fachada y sustentan un tejadillo bajo el que suele haber uno o dos “poyos” situados a ambos lados de la entrada. En el interior de la casa, dividida por tabiques de adobe, está la “prezacasa”, espacio principal donde podían encontrarse pequeños utensilios de labranza, costales, alforjas etc...Esta zona suele comunicar con los dormitorios y alcobas o la cocina, y con la escalera si la vivienda dispone de “sobrado”.
Entre la casa y la calle, aparece el corral donde todo está adaptado a la estancia de los animales y para guardar los aperos de labranza. A su lado suele encontrarse el pajar.
Sayago es una comarca rica en patrimonio etnográfico, destaca especialmente la vinculación de sus pueblos a la hidrografía y, en consecuencia, la multitud de infraestructuras de carácter popular ligados a ésta.
El entorno se salpica de fuentes de granito, con una morfología muy característica de la comarca; aparecen tanto en los núcleos como en el campo. Las primeras se encuentran en un relativo buen estado de conservación, debido a que siguen usándose; sin embargo, las segundas están en peor estado y la mayoría se encuentran perdidas en la maleza.
Los molinos son otros de los elementos que también se encuentran en abundancia, diseminados a lo largo de casi todas las riberas; muchos de ellos se han recuperado dentro del Parque Natural de los Arribes del Duero.
Chozo de piedra, antigua morada de pastores |
Destacan especialmente los puentes o pontones tradicionales por su singularidad, belleza y antigüedad, muchos de ellos de traza romana, conservando incluso el tramo de calzada. Actualmente se han restaurado muchos de ellos, aunque aún hay bastantes en mal estado de conservación.
Destaca sobre el paisaje de Sayago el tejido de paredes de piedra que sirve de cercados a los huertos y “cortinos”. Durante siglos, los antepasados han dado uso al material más abundante que tenían, la piedra, asentándola sin barro ni cemento.
La comarca cuenta con otros inmuebles de carácter etnográfico, como potros de herrar, chozos, palomares, etc., menos abundantes pero no por ello menos interesantes; la mayoría se encuentran en mal estado de conservación.
En cuanto al patrimonio residencial, debido a la emigración se ha producido el abandono de muchas casas tradicionales. La vivienda típica de la comarca, construida en granito, está siendo sustituida por las edificaciones modernas de ladrillo e incorporando elementos y sistemas constructivos que transgreden y no guardan relación con la arquitectura tradicional y popular.
Almeida de Sayago i n f r a e s t r u c t u r a t e r r i t o r i a l puente del Rebollar
El puente sobre el arroyo de Regonillos, denominado “Puente del Rebollar”, se encuentra a escasos 2 Km de la localidad de Almeida de Sayago, saliendo por la carretera ZA-311 dirección Ledesma. A la derecha de la carretera, un camino lleva al arroyo donde se encuentra el puente.
Se trata de un puente tradicional sayagués, posiblemente de la época romana o romana-medieval, de traza popular. Está construido a base de mampostería concertada de granito de la zona, en la que alternan bloques cuadrados con otros de distintos tamaños, asentados directamente o unidos con mortero bastardo. Dispone de seis vanos adintelados y tamajares triangulares aguas arriba, mientras que aguas abajo han sido colocadas unas lajas de gran tamaño a modo de contrafuertes. Se aprecian restos de la antigua calzada, construida con lajas irregulares con cierto orden de colocación, aunque presenta oquedades que dificultan el paso del ganado; su ancho es de 3,50 metros, ampliándose ligeramente en los accesos.
Puente del Rebollar |
Estructuralmente no parece presentar problemas, recientemente se ha intervenido en él procediendo a su saneamiento y consolidación: se retiró la tierra depositada de arrastres y de crecidas, se rejuntó toda la obra; reforzó el firme, se repusieron los contrafuertes desplazados y se limpió el tramo de calzada, ya que en buena parte del mismo, las juntas habían sido cegadas con hormigón. Actualmente se encuentra en muy buen estado de conservación, aunque el crecimiento excesivo de la maleza dificulta su contemplación.
El entorno en el que se sitúa es un enclave idílico, de gran valor paisajístico; es una zona de prados inundada de cortinas en los que afloran grandes rocas graníticas que salpican el paisaje. El conjunto proporciona una imagen típica de la comarca Sayaguesa. El paisaje está tejido por kilómetros de cortinas; paredes de piedra, que sirven de cercados a los huertos, pacientemente construidos con lajas de piedra.
En el puente las intervenciones a realizar son muy escasas y se centran en la limpieza y desbroce del entorno y reforzar el firme de la calzada, de manera que su tránsito no suponga ningún peligro, ya que la oquedad que actualmente presenta, aunque originariamente estuviera así construido, supone un peligro para el paso de personas y animales. Asimismo, el paisaje circundante cobra un gran protagonismo como espacio que rodea y acoge el espacio del arroyo de Regonillos y el puente; es por ello necesario la conservación y protección de dicho entorno.
Se considera de máxima importancia mantener y cuidar esta construcción que forma parte de los muchos “pontones” que todavía se conservan en la comarca de Sayago, con un sabor totalmente popular.
Badilla conjunto edificios r e s i d e n c i a l e s e n l a c a l l e E r a
Conjunto edificatorio tradicional de Sayago, situado en la calle Era arriba en la localidad de Badilla (Fariza); compuesto por tres parcelas (números 9, 26 y 28) en las que aparecen diversos volúmenes compactos y unidos que componen las viviendas, tenadas, cuadras y corrales a los que se accede a través de portalada, horno y sobrado o graneros.
El conjunto se sitúa aislado en una zona perimetral al núcleo, junto a la carretera, formando una unidad completamente definida a modo de comunidad dentro del núcleo. La composición de los volúmenes en las parcelas es tal que todas parecen volcar las zonas más abiertas a la calle central, espacio intermedio de relación, creando una pequeña comunidad. Sin embargo, el acceso a las mismas se realiza por las calles exteriores a través de los portalones típicos de la comarca sayaguesa. Tras las edificaciones aparece la era; el entorno de las viviendas es un paraje de gran valor paisajístico.
El conjunto de viviendas está construido con muros de mampostería de piedra de granito en los que aparecen huecos de pequeñas dimensiones.
En los vanos y en las esquinas se utilizan sillares de granito de grandes dimensiones; en algunas zonas, los pajares o tenadas cierran algunos de sus lados con muros construidos con bloques de adobe. Las parcelas se cierran perimetralmente con los propios volúmenes y con muros de piedra, dotando al interior de éstas de gran privacidad. Las cubiertas de los volúmenes son a dos aguas con teja cerámica árabe.
La ubicación de los volúmenes dentro de las parcelas es en su extremo norte; para permitir el soleamiento del conjunto al sur.
Las viviendas presentan un estado de conservación aceptable; los muros aparentemente presenta buena rigidez y estabilidad, aunque el estado interior de las viviendas se desconoce. En dos de las viviendas la cubierta es quizás la parte más deteriorada, puesto que el tejado presenta muchas piezas rotas y desplazadas, y en general la cubrición presenta un estado algo precario y las carpinterías y contraventanas son de madera, que aún se conservan aunque bastante deterioradas, pero en una de ellas la cubierta ha sido restaurada y se ha retejado con teja cerámica mixta. Las carpinterías también han sido renovadas, modificándose por otras de aluminio.
El resto de los volúmenes que componen las parcelas: cuadras, almacén etc. conservan los muros de piedra en buen estado y aparentemente buena resistencia; la cubierta es también en éstos la parte que peor estado ofrece, en algunos casos se ha hundido. Los portones de acceso se encuentran en buen estado y conservan los típicos sillares a modo de jamba o dintel sobre el que se levanta la armadura de madera sustentada por sendas ménsulas, formando un tejadillo cubierto con teja curva árabe.
El espacio resultante entre las viviendas y su alrededor no se encuentra urbanizado, y el crecimiento excesivo de la maleza en algunos tramos en los alrededores dificulta el paseo por la zona. Aparecen en la calle intermedia, entre las parcelas, arquetas de registro del saneamiento. Las intervenciones a realizar para garantizar el mantenimiento de las edificaciones y, en la medida de lo posible, su funcionamiento,
serían entre otras la creación de un catálogo y subvenciones para motivar y ayudar a los propietarios a conservar su vivienda, poniendo en valor el conjunto y el sistema constructivo. Se propone, además, la rehabilitación de los edificios desocupados para otros usos (centros de turismo rural).
Se propone también la redacción de Plan Especial de la Zona, catalogando los bienes y la urbanización del área con materiales tradicionales.
El paisaje circundante cobra un gran protagonismo como espacio que rodea y acoge el conjunto de las viviendas; es por ello necesario la conservación y protección de dicho entorno.
Se considera de máxima importancia llevar a cabo las intervenciones por profesionales de restauración de arquitectura urbana rural, proponiéndose la creación de talleres y cursos para profesionalizar dichas intervenciones.
El objetivo básico es el mantenimiento de la morfología de la estructura parcelaria y su rehabilitación, para permitir su ocupación y conservación. Las labores a realizar tienen como objetivo garantizar el mantenimiento de los inmuebles, su entorno y su funcionamiento en la medida de lo posible.
La propuesta que más valor cobra es el cambio de uso de dichos inmuebles, actualmente desocupados como centros de turismo rural, ya que se encuentran dotados de grandes y variados espacios que pueden ofrecer buenas soluciones para incorporar este tipo de actividad; ésta sería quizás la mejor forma de mantenimiento del conjunto.
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