Sanabria, un lago de leyenda
La leyenda del Lago es una narración española, originaria de la zamorana comarca de Sanabria, que nos relata como surgió el lago de Sanabria.
Lago de Sanabria (Zamora) |
Las condiciones naturales, económicas y sociales de la comarca de Sanabria, en la que predomina la existencia de pueblos aislados, dispersos y pobres constituyeron el caldo de cultivo suficiente para desarrollar la imaginación popular, de forma que ante la falta de explicaciones lógicas a determinados fenómenos y hechos se les dio respuesta con narraciones a mitad de camino entre el mito y la tradición, entre el cuento y la realidad, alimentando sus dudas con leyendas y crencias populares. Se puede decir por tanto que Sanabria es tierra supersticiosa de leyendas e historias fantásticas, donde las"meigas", los conjuros, el mal de ojo y el"llobu" tienen un papel protagonista.
Leyenda
Era la víspera de la festividad de San Juan, en una noche de tormenta y frío, cuando hasta la aldea de Villaverde de Lucerna (Zamora), llegó un peregrino con el fin de encontrar alimento y cobijo, pero para desconsuelo del peregrino los habitantes de la aldea resultaron ser personas egoístas y poco caritativos.
A la salida del pueblo, el peregrino se encontró con dos mujeres que se encontraban haciendo pan en un horno de leña y que se apiadaron de él dejando que esté entrará en calor con el calor del horno y dándole alimento. Las mujeres introdujeron una masa para hacer un pan en el horno. La masa creció de tal forma que se salió de éste ante la sorpresa de las mujeres que no encontraban explicación al suceso. Cuando sacaron un trozo, se lo ofrecieron al peregrino.
Cuando el peregrino retomó su camino, se paró en un lugar y dijo:
“Aquí clavo mi bastón
aquí salga un gargallón
aquí clavo mi ferrete
que salga un gargallete.”.
Lago de Sanabria |
Entonces, del lugar empezó a brotar un caudal de agua, que en poco tiempo cubrió la aldea de Villaverde de Lucerna, quedando sólo un lugar en el que la tierra no fue sumergida por el lago, el lugar donde se encontraba el horno de leña.
Los vecinos de los pueblos de alrededor quisieron sacar las dos campanas de la Iglesia de Valverde de Lucerna, empleando para ello a dos terneros bien alimentados, aunque uno de ellos no había podido mamar, ya que habían ordeñado a su madre, y no pudo sacar una de las campanas. La campana que salía le decía a la otra que se hundía: “tú te vas, Verdosa, yo me quedo Bamba y hasta el fin del mundo no seré sacada”.
Y cuenta la leyenda que, desde entonces, en la Noche de San Juan, las personas de bien oyen el repique de la campana que reposa en el fondo del lago.
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