Arquitectura popular comarca de Toro
Fue denominada Arbocela y Arbucala por los fenicios. Tito Livio habla de Toro como ciudad vaccea amiga de Roma. En época romana pasa por la ciudad la vía romana que unía Ocelo Duri (Zamora) con Cesar Avgvsta (Zaragoza). Durante la época visigoda la zona de Tierra de Campos donde se asienta la comarca se llama CAMPI GOTHORVM (Campos Góticos). En el 890 Alfonso III repuebla y amuralla la ciudad de Toro al igual que muchos otros pueblos.
Los cristianos amplían su frontera debajo del Duero, tomando Toro un papel relevante en la defensa de este limite. En 1505 se reunieron las Cortes de Toro reuniendo a dieciocho ciudades y villas con derecho a voto. Se promulgaron ochenta y tres leyes que aceleraron la concentración de la propiedad en Castilla e inmovilizaron gran número de tierras.
La comarca de Toro formó parte de una provincia creada en el siglo XVIII que agrupaba a Toro y su Alfóz, Carrión de los Condes (Palencia) y Reinosa (Santander). En 1833 la ciudad de Toro perdió la capitalidad integrandose en la provincia de Zamora. Este momento marca el inicio de una decadencia que ha continuado con leves altibajos durante el siglo XX.
La zona norte del área (municipios de Toro, Morales de Toro y Peleagonzalo) se encuentra en la franja con mayor población de toda la provincia. La migración, muy intensa en la provincia, ha estado más atenuada
en este área funcional. La perdida de población ha sido importante desde los años cincuenta del siglo XX, con un grado de envejecimiento medio – alto.
Este espacio territorial tiene superficie alargada en sentido norte – sur y esta compuesto por municipios de mediana o gran extensión. El Duero lo divide en Tierra del Pan y Tierra del Vino. La parte sur llamada La Guareña se estructura en torno a Fuentesaúco.
La actividad económica principal es la agricultura, siendo Cañizal y Toro los dos únicos centros con actividad principal en el sector servicios. Existe también un corredor industrial de mediana intensidad en torno a la autovía Zamora Valladolid.
El Guareña forma una subcuenca que atraviesa la comarca de sur a norte formada por pequeños ríos, riachuelos y arroyos.
Entre ellos destacan el Reguera, el Manga y el Tariego. Este medio físico conforma un clima de rigurosos inviernos, veranos suaves e irregular pluviometría.
Los núcleos de población, muchos de ellos con pasado amurallado, se caracterizan por asentamientos con edificación delantera y corral trasero. Existe una gran variedad de materiales tradicionales en la arquitectura popular de esta zona que nos permiten conocer la evolución del barro al ladrillo.
La piedra arenisca es también otro material muy presente en la zona, sobre todo al sur.
El paisaje esta claramente diferenciado en dos ambientes. La Tierra del Pan se asienta sobre un relieve de colores ocres, valles, llanuras, riberas y suaves ondulaciones. Se trata de un paisaje de horizontes abiertos dominado por el cereal.
La Tierra del Vino se organiza en las altiplanicies del Duero produciendo un cambio significativo en un paisaje cuajado de viñedos.
La colonización se produjo formándose comunidades aldeanas y villas. Como rasgo diferenciador de estos tipos encontramos al norte del Duero la muralla.
Existen pueblos y calles donde es posible observar paños de tapial, paños de adobe, ladrillo y mixtos en una misma zona. La riqueza en las fachadas es muy grande, destacando relieves enladrillados, grandes puertas carreteras y óculos en la coronación de fachadas. Estos permitían cargar y descargar la paja en los sobrados.
El modelo fundamental de asentamiento tiene gran continuidad, densidad media y edificación alineada a calle con acceso delantero y corral posterior. Núcleos significativos al norte en esta forma de asentamiento son Fuentesecas, Matilla la Seca, Malva, Morales de Toro y Pinilla de Toro.
En la Tierra del Vino el grado de conservación es medio – bajo, siendo La Bóveda de Toro y Villabuena del Puente núcleos representativos.
Esta forma de asentamiento tiene parcelas de tamaño medio – bajo, edificación entre medianeras con zona de día en planta baja, sobrado como almacén y corral de acceso trasero o lateral. Al exterior las casas son sobrias y de escasos huecos. El zaguán organiza el acceso a las estancias. El corral es ocupado por edificaciones auxiliares, generalmente para cuadras.
Malva conjunto urbano completo
Se trata de una población con estructura radial y alto grado de conservación de la arquitectura popular. En su planimetría se advierte la ausencia de cerca al configurarse históricamente su trazado, al contrario de lo que sucede en muchos núcleos de Tierra de Campos. Se comunica directamente por carretera con Castronuevo, Bustillo del Oro, Fuentesecas y Aspariegos y tiene un camino de circunvalación.
Se sitúa al este de la provincia de Zamora y al norte de la comarca de Toro, y forma parte de la comarca natural de la Tierra del Pan. El término municipal limita con los de Belver de los Montes, Bustillo del Oro, Fuentesecas, Villalube, Abezames, Aspariegos y Pobladura de Valderaduey.
Las precipitaciones tienen un reparto muy desigual a lo largo del año, siendo más frecuentes en Otoño y Primavera. Son escasas en Verano existiendo inestabilidad tanto en temperaturas como en precipitaciones.
El municipio esta cercano a los limites de la histórica comarca de Tierra de Campos. Tuvo importancia en siglos pasados como lo atestigua la existencia de un hospital y una ermita dedicada a la Vera Cruz.
La iglesia de San Miguel Arcángel del siglo XV se sitúa en el centro del pueblo conformando una plaza.
Tuvo otro templo en tiempos precedentes, la iglesia de San Juan, también del siglo XV. Esta está actualmente en ruinas, conservándose el ábside.
El modelo de asentamiento es continuo con edificación delantera y corral posterior. Las parcelas son de medio tamaño, menores que en las zonas centrales de la campiña. La edificación principal se dispone entre medianeras con alineación exterior y fachada hacia la calle. Los corrales se orientan al interior de la manzana con edificios auxiliares de carácter agrícola. El trazado urbano es muy claro y se basa en el desarrollo de arquitecturas de evolución predominando la lotificación rectangular.
Malva esta situado en una hondonada entre Fuentesecas y Castronuevo rodeado por las cotas de Santa Justa, Trasdearcos y Corona. Desde el atrio de la ermita del Tobar es posible observar el paisaje ondulado de la Tierra del Pan moldeado en alcores, lomas y montículos. En el entorno y por los cuatro puntos cardinales aparecen diseminados unos catorce palomares que conviven armónicamente con un huerto solar de reciente implantación. Uno de ellos, de planta circular, fue un molino de viento. Se asienta junto al Tobar.
La arquitectura es de escasa altura y en ella se manifiesta la evolución de las técnicas constructivas tradicionales. Se utiliza adobe, tapial y madera en estructuras, forjados y carpinterías. La cerámica empleada es de tejar aunque existen ejemplos industriales relacionados con tipologías industriales presentes en Morales de Toro y su entorno. Se construye entre medianeras con una sola planta y sobrado. La vivienda se dispone en planta baja y el corral cuenta con entrada trasera o lateral. El programa de vivienda se desarrolla, básicamente, con portal, cocina, sala, dormitorios o alcobas en el centro de la estancia. La planta superior se dedica a sobrado para almacén de grano, aunque en ocasiones tan solo una parte del mismo. La zona recayente a fachada a veces es ocupada por dormitorios.
Predomina un único nivel con fabricas solo de ladrillo y mixtas de adobe y ladrillo. Este se manifiesta en el recercado de vanos con figuras muy labradas. El ladrillo a veces se emplea como refuerzo en las esquinas. El alizar (zócalo de piedra) esta formado por bolos. Existen ejemplos significativos de plantas de vivienda retranqueadas generándose un pórtico cubierto en el acceso. Cerca de la iglesia existe un edificio con cuatro almenas en la coronación de fachada.
Los palomares son edificaciones auxiliares muy características, predominando los de tipo rectangular y cuadrado. Existen unos doce. Tiene gran importancia la ornamentación con presencia de pináculos y cortavientos. Están en buen estado la mayoría, teniendo varios pisos y cubiertas.
Resulta fundamental el desarrollo de planeamiento, al menos especial, para la protección del patrimonio existente en el municipio. Existen ejemplos de inmuebles que demandan al menos protección estructural. Algunos, como una casa existente en el borde del casco urbano, reclaman por su integridad y conservación un nivel de protección integral.
Es necesario el desarrollo de planeamiento general con el correspondiente catálogo o la protección mediante un plan especial. Podría también incluirse en un Plan Regional y desarrollar algún itinerario de arquitectura popular, proponiendo el pueblo como centro de interpretación.
Toro edificio productivo casa de labor en sótano de la victoria
En el termino de Toro, al sur del Duero, se extiende un fértil valle de cultivo. Estas tierras han necesitado casas donde guardar la cosecha, aperos de labranza, paja y simiente. Han existido y existen muchas edificaciones dedicadas a este fin que permanecen dispersas por el paisaje de la vega del Duero.
Al sur de la peña arcillosa sobre la que se levanta el casco de Toro existe un puente metálico que conduce hacia la carretera a Bóveda de Toro. Hacia el Este es posible tomar un camino de tierra donde, a través de un pequeño sendero, se alcanza la entrada de lo que parece un palacete de factura clásica anclado en la vega. Se trata del llamado camino de la Aceña. Desde este se distingue el pórtico de entrada recortándose sobre un telón de fondo formado por una falda de pliegues rojizos sobre los que se levanta la colegiata.
La parcela a la que pertenece tiene gran superficie y se alarga y adapta en el sentido del camino. Más allá de esta casa se encuentran las Aceñas del Vado, lugar desde donde se estima el primer acceso sobre el Duero a la ciudad.
La Casa de labor en Soto de la Victoria, también llamada Casa del Palacio, esta datada en el siglo XVII. Tiene una única planta en forma de cuadrado de unos dieciséis metros de lado. Un espacio porticado abierto a poniente forma un atrio que precede a una gran estancia interior rodeada de zonas auxiliares cerradas. El atrio cuenta con seis soportes verticales, originariamente de piedra, siendo tan solo dos de este material en 2007. En el interior encontramos dos pilares que la dividen en dos crujías. Al parecer existieron siete habitaciones alrededor de la sala central siendo las del flanco sur las de mayor superficie.
El cerramiento se asienta sobre un zócalo de piedra y tiene fabrica con gran variedad de técnicas constructivas: lienzos de sillería, ladrillo, tapial, madera... Soporta cubierta a cuatro aguas y tiene ocho ventanas de diferentes tamaños abiertas a los cuatro puntos cardinales. Se accede al interior a través de un gran portón de madera. Existe una chimenea de ladrillo de planta rectangular en la esquina nordeste situada en el centro de una estancia.
La estructura de cubierta nace de un durmiente perimetral de madera y esta formada por dos cerchas cruzadas. Con ellas se traban carreras de madera que soportan la tablazón. El pórtico, de orden toscano, tiene doble zapata (de piedra y madera) y soporta carreras horizontales dispuestas y moduladas a eje de columna.
El hueco de acceso tiene dintel de madera de gran canto sobre dos largos sillares con moldura hacia el interior. La puerta es de tablazón, al parecer sobre bastidor interior y tiene portillo peatonal. Sus medidas aproximadas son de 2,10 x 3,05 metros. Las ventanas se sitúan todas en los paños intermedios de ladrillo y tienen dintel y alféizar de piedra. Los vanos tienen reja de forja de barrotes verticales.
Parece estar íntimamente ligada a la historia de la ciudad y ha sido vinculada a los paseos que el poeta toresano Don Luis de Ulloa Pereira y al Conde de Olivares daban por sus cercanías. Estos edificios también servían de lugar de recreo. La casa puede ser heredera o contemporánea de las de Doña Teresa Sierra, fundadora del hospital de Convalecencia y Don Francisco de Benavides reseñadas en textos sobre la ciudad de Toro. La segunda también fue de planta cuadrada (36 pies de lado).
La casa esta protegida a nivel estructural, siendo muy conveniente el seguimiento y reparación del asiento que se produce en el ángulo suroeste así como su puesta en valor mediante un tratamiento urbanístico balando.
Cercana a ella existen numerosas construcciones agrícolas. A ellas se accede a través de senderos que parten de los caminos principales. Hay otra casa de planta rectangular y, al parecer, de una sola estancia. Esta sobre elevada sobre un plinto y cuenta con frontón de pináculos. Los muros son de adobe con revestimiento al exterior.
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